Gracias a los múltiples avances tecnológicos que se han desarrollado de forma continua, hoy tenemos mil y un posibilidades de controlar lo que antes creíamos imposible. Un ejemplo de ello es la facilidad con la que nosotros mismos podemos administrar nuestros sitios web (tarea que en los 2000 la veíamos tan similar como lanzar un cohete al espacio, algo para gente especializada en ello). Sin embargo, la descentralización de los servicios en este ámbito ha ayudado a que cada dueño sea capaz de poder, literalmente, «hacer y deshacer» dentro de su plataforma, y, conforme existen más libertades, también esto conlleva a una gran responsabilidad, la cual se traduce en pensar en los usuarios, su comportamiento y comodidad las 24 horas del día, los 365 días del año. Con frecuencia vemos cómo lo bonito que debe verse un sitio web de caras a promover tus productos y servicios, pero no solo lo visual es lo que predomina. Existen diversos aspectos a considerar para hacer que un espacio digital pueda ser navegado con facilidad. La usabilidad, el respeto por la accesibilidad, y la capacidad de visualización en distintos dispositivos son solo una de las tantas aristas que priman durante la planificación y ejecución para crear un portal; pero, hay algo que es transversal y se encuentra enmarcado en este abanico de medidas: la optimización web.
En palabras simples, el proceso de optimización web es aquel que permite mejorar el rendimiento de un sitio web para crear una buena experiencia de usuario, tomando en consideración que los tiempos de carga sean los adecuados para cualquier elemento que allí exista, procurando que los criterios de calidad de los navegadores se cumplan para aparecer bien posicionados en los motores de búsqueda, entre otros.
Un sitio web optimizado es esencial para garantizar que la navegación e indexación se lleven a cabo con éxito. Un tiempo de carga bastante largo puede generar consecuencias catastróficas al disminuir el tráfico ya que el porcentaje de rebote y abandono será bastante alto. Como usuarios, todos somos impacientes y queremos que todo se visualice de forma adecuada en cuestión de segundos, ya que de lo contrario, estamos haciendo clic a la “X” para cerrar, o sencillamente, nos devolvemos al punto de partida.
Con relación a la optimización para motores de búsqueda (SEO), cada uno posee sus propias características y aspectos deseables para posicionar, en los primeros puestos, un sitio web. La indexación puede darse correctamente si este cumple con todos estos parámetros. De lo contrario, la penalización será sencillamente no ser visible, y, si esto ocurre ¿cómo nos encuentran en el océano de internet?
Aunque suena abrumador, la optimización web no es solo necesaria, sino obligatoria, tanto como el garantizar que el diseño responsivo funcione al 100%. No obstante, tampoco es algo de qué preocuparse, sino aprender a ocuparse. Afortunadamente existen múltiples estrategias y tecnologías para hacer de este proceso algo ameno, agradable, y, ¿por qué no? Interesante. Los pasos pequeños logran una gran diferencia. Algunos de estos son:
- Imágenes con bajo peso = mejoras en los tiempos de carga. Mientras menos peso tienen cada una de tus imágenes, mejor respuesta de visualización en menor plazo tendrás, ya que el servidor no necesitará invertir tanto tiempo en surtir estos elementos para aparecer correctamente en pantalla. Puedes lograrlo al exportar tus imágenes en formato web mediante tu editor de preferencia (si posee dicha opción).
- Evita saturar el almacenamiento de tu servidor con elementos multimedia pesados. Recomiendo usar otras plataformas para poder optimizar mejor tu capacidad de almacenamiento. Por ejemplo, si planeas subir un video a tu sitio web, te sugiero que no lo hagas allí ya que el espacio en disco se comparte para diversas funcionalidades que componen tu sitio web. En su lugar, puedes cargarlo en YouTube ya que, incluso, su servicio está justamente optimizado para el almacenamiento de este tipo de formatos. Otro ejemplo, los archivos PDF. Puedes intentar crear una carpeta en Google Drive y compartirlos allí. No solo tendrás un buen espacio para hacerlo, sino que además, los usuarios podrán acceder a ellos, leerlos, y descargarlos de acuerdo a los permisos que tú otorgues. Asimismo, haciendo esto, tendrás un excelente respaldo ya que todo estará compartido en la nube.
- Apoyarse en plugins de optimización de archivos multimedia. Si tienes la posibilidad de instalar plugins o pedir que lo hagan por ti, una buena opción es añadir uno para hacer una reducción masiva del peso de todo lo que has subido en el sitio web. Un excelente candidato para ello puede ser reSmush.it, el cual está incluso disponible para WordPress como plugin, por ejemplo.
- Elige buenos servicios de hosting. Es importantísimo contar con excelentes opciones de alojamiento para garantizar prestaciones acordes a tus necesidades.
- Depura la caché de tu sitio web. Si bien la caché es un tema crucial y nos permite un incremento sustancial en los tiempos de carga de nuestro sitio web, amerita un balance entre cuándo debe de ser renovada y cuáles elementos deben de permanecer en ella. Su depuración nos puede ayudar a reducir espacio de almacenamiento innecesario y así dedicar nuestros recursos a lo que realmente el usuario necesita.
- Acompáñate de los mejores equipos y proveedores para incrementar la optimización web. Contar con el apoyo de profesionales en esta área no solo te ahorrará dolores de cabeza, sino que te ayudarán con tareas más avanzadas relacionadas al SEO y los servidores. Desde Mermelon Design estamos para ir de la mano contigo durante todo el proceso de mejoras, para que así puedas tener un espacio que cumpla con todos los estándares actuales, sin dejar de lado la cobertura a los aspectos esenciales relacionados a la accesibilidad y buen manejo del rendimiento en todos los dispositivos móviles.
Recuerda que una buena gestión en todas tus plataformas garantizará el éxito de mañana para ti y lo que deseas promover. La optimización web es tu aliada para hacer que todos los procesos fluyan apropiadamente. No descuides este aspecto.
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